La toxina botulínica es una sustancia que se utiliza para relajar los músculos faciales. Este tratamiento es una forma segura y eficaz de reducir las arrugas y las líneas de expresión.
La toxina botulínica se puede aplicar en diferentes zonas del rostro para tratar una variedad de arrugas y líneas de expresión. Las zonas más comunes son:
Entrecejo: Las arrugas del entrecejo son una de las arrugas más comunes.
Frente: Las arrugas de la frente pueden hacer que parezcamos más cansados o preocupados.
Patas de gallo: Las arrugas de las patas de gallo pueden hacer que nuestros ojos parezcan más caídos.
Ceño: Las arrugas del ceño pueden hacer que parezcamos más enfadados o fruncidos.
La toxina botulínica ofrece una serie de beneficios, entre los que se incluyen:
Después del tratamiento con toxina botulínica, es importante seguir las instrucciones de su médico. Los cuidados básicos incluyen:
Evitar hacer expresiones faciales fuertes: Durante las primeras 24 horas después del tratamiento, es importante evitar hacer expresiones faciales fuertes.
Evitar masajear la zona tratada: Durante las primeras 24 horas después del tratamiento, es importante evitar masajear la zona tratada.
Evitar la exposición al sol: Durante las primeras 72 horas después del tratamiento, es importante evitar la exposición al sol.